lunes, 25 de febrero de 2013

AYU LUCHA CONTRA LA POBREZA EN LA NACIÓN MIXTECA

La vicepresidente de la Fundación Narcedalia Ramírez Pineda presentó el libro “Ayú, lucha contra la pobreza en la Nación Mixteca”,  en el que resaltó que “la pobreza no puede ser una historia de nunca acabar, México está harto de las prácticas asistencialistas que perpetúan la injusticia y la desigualdad".
Agregó que los pueblos demandan una política social que estimule las acciones productivas que generen empleo e ingreso; solo de esa manera podrá evitarse que siga creciendo cada día el número de pobres.
Con la presencia del Lic. Heladio Ramírez López, presidente de la Fundación Ayú; y de los comentaristas de la obra: Diego Valadés, Director e Investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM; Carlos Salazar Arriaga, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México; Luis de la Calle, Director General y Socio Fundador de De la calle, Madrazo y Mancera; Alfonso Cebreros, Director de Relaciones Gubernamentales de GRUMA, y Modesto Seara-Vázquez, Rector de la Universidad Tecnológica de la Mixteca, Ramírez Pineda puntualizó que el libro tiene como propósito fundamental “mostrar que detrás de nuestras actividades en esa geografía del éxodo, hay un pensamiento, un sustento ideológico”.
Ante la asistencia de varias personalidades, la Lic. Narcedalia Ramírez destacó que los programas estratégicos de la fundación, tienen que ver con el desarrollo productivo y social y que en ambos casos lo que se privilegia es la consolidación y creación de nuevos proyectos productivos, la capacitación, la asistencia técnica, los planes de reforestación, el combate a la desnutrición, programas de vivienda rural, el fomento a la cultura de ahorro, entre otros esfuerzos.
Expresó que en Fundación Ayú se cree en los valores de la solidaridad, pero sobre todo, “tenemos fe en los mixtecos, en sus mujeres, en sus jóvenes, en los niños, en sus campesinos. A 15 años de existencia, la Fundación Ayú documenta su propia lucha contra la pobreza en la Nación Mixteca pero también la de los campesinos que decidieron salir de las sombras del abandono en un libro cuya edición fue patrocinada primero, por la Cámara de Senadores, luego por la Cámara de Diputados y, finalmente por el grupo Maseca.

Los comentaristas del libro
El Dr. Diego Valadés calificó como exuberante y maravilloso el libro y al reflexionar sobre el mismo, dijo que forma parte de una lectura emocionada y de una enorme convicción  de que lo que tenemos ante nuestros ojos y así como del gran análisis de la obra, es que no solo es posible mejorar las condiciones de vida de la Nación Mixteca, sino que es posible mejorar las condiciones de vida de toda la Nación mexicana.
Comentó que en lo personal, le gusta más hablar de la lucha contra la pobreza que de la cruzada contra la pobreza.
Contiene por supuesto, un diagnostico, con datos estrujantes y ofrece un panorama que debe ser tenido en cuenta como un ejemplo para el país, porque se está hablando de lo que ocurre con 600 mil mexicanos, en una extensión de 100 mil hectáreas, donde existen 82 mil unidades productivas. Esto habla de la pequeñez de las unidades productivas, donde están presentes 97 cajas de ahorro y, la mayor parte fuera de esquemas legales donde existen 40 casas de cambio, que son el resultado de la presión sobre la población para emigrar y donde hay señoras y señores.
Por su parte, el Ing. Carlos Salazar Arriaga enfatizó que desde su punto de vista el marco teórico de este libro es una radiografía de las estructuras productivas de los pueblos mixtecos, su minifundio, la pobreza de sus recursos, sus estrategias de supervivencia, su actividad natural que es una agricultura marginal y la alternativa no deseada de la migración hacia otros pueblos de  desarrollo y del propio país y de Estados Unidos de Norteamérica, principalmente.
El líder de productores de maíz enmarcó que esta obra hace un análisis objetivo de los procesos de acumulación de la riqueza, que no es privativo de esta región, sino del modelo de desarrollo, no solamente del país, sino imperante en este proceso de globalización, donde los intercambios desiguales se dan en los intercambios comerciales injustos, que benefician una oligarquía que prevalece en la satisfacción y en un proceso irracional de acumulación que no comparte recursos para superar estos lacerantes problemas de pobreza e inequidad del país y en el mundo.
Dijo que es sano buscar alianzas con sectores productivos y empresarios, con las Universidades, con Instituciones, con los que generan tecnologías y estén abiertos a la negociación, acuerdos comerciales para defender los recursos, conservarlos y defender nuestra cultura y vivir intensamente los valores de la democracia.
A su vez, el empresario Alfonso Cebreros, subrayó que en grupo Maseca y Banorte comparten esta gran visión de la Fundación Ayú, porque como lo dijo la CEPAL, ahí hay un modelo que se puede replicar.
Dijo que sí se requieren  muchos cambios, pero lo que hay que cuidar, es que no podemos inventar  al país cada vez que hay un sexenio, porque consideró que así no funcionan los países.
Se tiene mucha investigación agropecuaria, pero suelta y descoordinada y que les preocupa que las trasnacionales invadan los mercados de semillas y otras cosas, cuando en México hay grandes investigadores del campo agrónomos, como de la Universidad Agronómica de la Narro, de Chapingo, del Politécnico, del INIFAP.
En tanto el Dr. en Economía, Luis De la Calle mencionó que la transformación de la Mixteca es la transformación del país, en cuanto a lo que se ha hecho en beneficio de las poblaciones por parte de la Fundación, y consideró el libro muy oportuno porque “en México estamos con frecuencia inundados de noticias negativas, de pesimismo, de pensar que no se puede transformar la realidad.






Se requiere un cambio de mentalidad y los autores del libro hacen referencia al cambio de la mentalidad en la Mixteca; creo que los lectores no mixtecos vamos a recibir una dosis de cambio de mentalidad, porque la acción y función que desarrolla la Fundación, son un ejemplo vivo de cómo sí se pueden hacer las cosas si uno está decidido a hacerlas, y también son un ejemplo en el sentido de que no podemos esperar a que el cambio venga de fuera, si no que el cambio es nuestro, de cada uno de nosotros y que el cambio es eminentemente posible.
En su oportunidad, el Dr.Modesto Seara-Vazquez expuso que la acción contra la pobreza tiene distintos niveles, pues no se acaba con ella si no hay una transformación estructural, ya que todo lo demás es limosna. Sin embargo, reconoció que algunas veces la limosna es fundamental para superar la supervivencia y que es importante enfrentarse a las necesidades de cada día.
En la sociedad no se puede llegar diciendo aquí tienes, no te preocupes, come y ya mañana te voy a dar otra vez para que comas, lo cual se desinutiliza a la persona. “Eso no puede ser, la mayor parte de los que dan eso no les interesa más que conseguir luego su apoyo, su voto o su complicidad para conseguir dinero de otros lugares, y he visto muchas organizaciones no gubernamentales, parasitarias de la sociedad”.
Mencionó que lo que está haciendo la Fundación Ayú y el Instituto para el Desarrollo de la Mixteca, es fundamental, pues ya está produciendo frutos con una transformación constante de las nuevas generaciones, ya que “el objetivo de convertir en posible lo imposible, se podrá totalmente”

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